La evolución del género de terror en el cine (siglo XX)

Terror, miedo, preocupación, ansiedad, incomodidad u horror son algunos de efectos que puede llegar a provocar las películas de este género. Algunos entendiéndolo como una subida de adrenalina, otros como un sufrimiento innecesario, el género de terror es uno de los más antiguos y cambiantes en el mundo cinematográfico. Viviendo en una sociedad donde el terror está tan estandarizado y donde un miedo real parece tan alejado de nuestras vidas, cada vez parece más complicado provocar estas sensaciones a las nuevas generaciones. 

El ligamiento entre la sociedad y el género provoca influencias por parte de ambos. Por una parte encontramos en el cine la capacidad de infundir miedos y crear fobias a sus espectadores como por otra parte, la necesidad imperante de las películas de adaptarse a un mundo cambiante donde ningún miedo es eterno. Lo que en algún tiempo fue terrorífico, hoy puede ser ridículo o incluso cómico. En este post realizaremos un análisis al género y observaremos sus diferentes tendencias a lo largo de los años.

1. Grandes villanos de la historia del cine
Hay que entender que el género de terror parte de la base de la intrusión de alguna fuerza maligna que interrumpe un periodo de relativa normalidad. Esta fuerza maligna de origen criminal o sobrenatural ha sido la fuente de las principales innovaciones dentro del género. El terror ha tenido diferentes tendencias que primaban unas sobre otras dependiendo de la década.

Se tiene constancia de que la primera película del género de terror data de 1896. Titulada "Le manoir du diable", dura apenas cuatro minutos de duración y nos muestra una historia muy simple. Dos caballeros llegan a un castillo donde se les aparece Mefistófeles (un demonio del folclore alemán). El film cuenta con unos efectos muy rudimentarios (evidentemente dada la época de la película) apareciendo los típicos fantasmas con sábanas y efectos especiales basados en el humo y el maquillaje. Lo que hoy en día veríamos sin ningún tipo de estupor en aquella época provocaba verdadero pavor.

A partir de entonces el género fue creciendo, desarrollándose y evolucionando dando lugar a diferentes etapas dentro del cine.

1. MONSTRUOS (1930)
2. Monstruos del cine 

La primera tendencia del cine terror se basó en arquetipos de monstruos. Se trata del cine clásico con un estilo gótico y fantástico. Esta étapa se centró principalmente en el miedo a lo desconocido. El género de terror, antes de su consolidación, se inspiró en las historias clásicas del terror trayendo a la pantalla grande a los monstruos más conocidos y míticos de la historia. De esta forma encontramos películas como "Dracula", "La momia", "King Kong" o "El hombre lobo".

Durante el primer tercio del siglo XX se desarrolló esta tendencia inicial del género en el contexto de una sociedad con unos valores muy establecidos y simplistas, sin ningún tipo de ánimo de grandes cambios. La sociedad estadounidense establecía en sus películas su visión acerca de esta sociedad a la vez que promovía sus propios principios de moral y de estatus.

2. LA VIDA COTIDIANA Y EL SER HUMANO (1960)

3. Mítica escena de "Psicosis"
Con el devenir de los años, las películas de monstruos, perdieron el efecto que anteriormente ejercían en el espectador. Fue cuando el género sufrió su primer gran cambio, de la mano del maestro del suspense Alfred Hitchcook. Se pasó del miedo a los desconocido a películas donde la vida cotidiana se veía alterada por la intrusión de un mal personificado en la misma imagen del ser humano. De esta forma las películas adquirían una  mayor profundidad, tanto desde el punto de vista de sus personajes principales como en el aspecto psicológico de sus villanos. 

El terror no era algo antinatural o imposible, era algo real y factible por lo que el sentimiento de angustia y empatía en las películas se potenció, dando nuevas posibilidades al género que se diversificarían en múltiples ramas. 

En cuanto al análisis de la sociedad que podemos obtener de este resultado, es perfectamente explicable con el contexto mundial. Los valores estadounidenses empiezan a perder fuerza a la vez que se pierde la fe en la bondad del ser humano. El hombre comienza a verse como un ser peligroso en sí mismo. 

3. LO PARANORMAL Y FANTÁSTICO (1970)

Escena clave en "Carrie" (1976)
El género siguió su evolución natural y es cuando encontramos un híbrido entre las dos tendencias anteriormente mencionadas. Lo cotidiano y lo desconocido da lugar a una mezcla explosiva. Algo muy conocido hoy en el género como la inclusión de casas encantadas, posesiones, demonios o fantasmas, era algo innovador en la época. Reventado las salas de cine, el efecto en el espectador fue increíble y su recepción no dejo indiferente a nadie. Películas tan conocidas como "El exorcista" o "Carrie" son precursoras de esta tendencia. 

Durante esta época también se crearon obras como "Tiburón" (1975) siguiendo la base de lo fantástico y lo cotidiano. También podríamos incluir "Alien, el octavo pasajero" (1979), sin embargo, supuso una tremenda innovación no solo en el género de terror sino en la ciencia ficción y merecería una entrada propia para su análisis.

4. SLASHER Y LOS AÑOS 80

"La matanza de Texas" (1974)
Entre finales de los años 70 y principios de los años 80 apareció un nuevo subgénero para el cine de terror, quizás el más esquemático y arquetipo de la sociedad estadounidense, el slasher. Como siempre, es complicado situar a una primera película como pionera de un subgénero pero podríamos mencionar a las archiconocidas y mil veces versionadas "La matanza de Texas" (1974) y "Halloween" (1978). La primera construyendo los cimientos y la segunda estableciendo las bases que funcionarían durante casi dos décadas de forma inmutable. A estas películas le siguieron grandes franquicias como "Viernes 13", "Las colinas tienen ojos" y similares.


Y es que este subgénero se basaba en la idea de un asesino serial (bien o ser humano o incorporando algún elemento sobrenatural) que perseguía a una serie de jóvenes con escaso interés por su vida. Comenzaba a aparecer las primeras películas con elementos gore como protagonista, algo que tanto destaca en el siglo XXI en franquicias como "Saw".

Las películas presentaban el modelo ideal de moralidad establecido en la época donde los jóvenes que practicaban sexo fácil y se drogaban eran los primeros en ser asesinados mientras que los personajes de carácter "virginal" eran los únicos con posibilidades de sobrevivir. Por ello, se estableció en los films el llamado "final girl" en el que una chica evoluciona su carácter hasta el final de la película para enfrentarse al mal y ser la única superviviente.

Evidentemente el Slasher da más pie a análisis pero estos son los principios que sirvieron para asegurar el éxito de una película hasta la década de los 90, donde el cine de terror vuelve a tener que innovarse o morir.

5. LO INCOMPRENSIBLE Y LA AUTOPARODIA

"Scream" (1996)
La última década del siglo XX se caracteriza por tener algunas propuestas independientes muy interesantes dado el fracaso de las películas provenientes de antiguas franquicias, muy conocidas y que saturó a un público que pedía cosas nuevas.

De esta forma llegaron películas como "Cube" (1997) o "El sexto sentido" (1999) que adoptaban ideas basadas en el misterio y la tensión antes que realizar una película de terror al uso. 

Mientras tanto el género slasher estaba en una decadencia total hasta que llegó la gran "Scream" (1996) que creó una película del subgénero consciente de si misma, donde los personajes conocían a la perfección las reglas de una película de terror dando pie al humor negro y la autoparodia que permitió al subgénero sobrevivir y evolucionar.



De esta forma repasamos toda la evolución de un género durante un siglo entero. 
Además de aportar algunas de las mejores películas en este género abrimos nuevos temas a posibles entradas como el análisis del género slasher o como ha cambiado la sociedad en su reflejo con el género de terror.

Próximamente traeremos un análisis del género de terror en nuestro siglo XXI, el cuál promete muy interesante. ¡Muchas gracias!

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