Crítica ´Mientras dure la guerra`: ¿cuál es tu bandera?

´Mientras dure la guerra` de Alejandro Amenábar está siendo un éxito en taquilla. La película no está dejando indiferente a nadie, ya sea por una temática tan difícil de explorar en el cine español o por la gran cantidad de similitudes que podemos encontrar en la actualidad. 

No es de extrañar que su proyección en salas ya haya sufrido un boicot por el grupo de extrema derecha, "España 2000", pues la película escuece, y mucho. Tan necesaria como punzante. 

1. Karra Elejalde como Miguel de Unamuno
Sinopsis: España. Verano de 1936. El célebre escritor Miguel de Unamuno decide apoyar públicamente la sublevación militar que promete traer orden a la convulsa situación del país. Inmediatamente después es destituido por el gobierno republicano como rector de la Universidad de Salamanca. Mientras, el general Franco consigue sumar sus tropas al frente sublevado e inicia una exitosa campaña con la secreta esperanza de hacerse con el mando único de la guerra. 


CRÍTICA (SIN SPOILER)

La película establece dos frentes a la hora de contar su historia. Por un lado, tenemos la perspectiva de Miguel de Unamuno en los primeros meses de la sublevación militar, en un ejercicio de introspección cinematográfico en el que Karra Elejalde nos regala una maravillosa interpretación. Por otro lado, tenemos a Francisco Franco, en su camino para hacerse con el mando militar y estatal de España. La variación entre ambos escenarios impregna de ritmo a la película a pesar de conocer lo que nos depara. 

2. Santi Prego como Paquito
Su mayor virtud es la sequedad histórica con la que muestra los acontecimientos. Amenábar decide como autor no posicionarse ni en un bando ni en otro, planteando más preguntas que respuestas para que sea el propio espectador quien reflexione tras el visionado del film. No existen villanos en la película, sino perspectivas. Francisco Franco es retratado como un hombre lleno de dudas a la hora de convertirse en el futuro dictador, Unamuno como un intelectual que debe redimirse de su inicial apoyo al bando sublevado, formando un conjunto de personajes lleno de claroscuros. 

Se trata de una película incómoda independientemente de la ideología del espectador. Los cánticos falangistas, saludos a la romana y desprecios a los símbolos republicanos contrapuntan con la banda sonora y un montaje posterior de cadáveres en cunetas que nos indican, que a pesar del fervor de los soldados, estas escenas no son motivo ni de orgullo ni de regocijo, sino todo lo contrario. 

Pero sin duda alguna, el mayor acierto de Amenábar es la propia fecha de estreno de la película. En un momento de la cinta, Miguel de Unamuno discute con Salvador Vila, llamándose fascista y rojo el uno al otro. Llama la atención como tildar a alguien con esas mismas palabras sigue siendo igual de fácil más de ochenta años después, aunque tenga lugar en Twitter, con un nivel intelectual  más bajo y donde apremian más los insultos que los argumentos. Pero la principal diferencia entre una escena y otra es que Unamuno y Salvador volvían juntos a casa, un camino que cada vez parece más difícil de recorrer. 




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